Con la creación de la Oficina Central de Coordinación y Planificación de la Presidencia de la República mediante Decreto Ley No 492 de la Junta de Gobierno de la República de Venezuela de fecha 30 de diciembre de 1958, se institucionalizó la planificación en Venezuela, como una labor de análisis, proyección y formulación de metas generales.

La Enmienda No 2 a la Constitución de la República de 1961, efectuada en 1983, obligaba al Ejecutivo Nacional a presentar al Congreso Nacional, para su aprobación en el transcurso del primer año de cada período constitucional, las líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la Nación, y exigía que estas cumplieran con la Ley Orgánica de Planificación. Sin embargo, ni los planes fueron aprobados ni la Ley fue promulgada.

Con la nueva Administración que se inició en febrero de 1999, se asume la planificación como alta política de Estado lo que se plasma en la creación del Ministerio de Planificación y Desarrollo. En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se reafirma la importancia de la planificación y desarrollo como función fundamental del Estado. En tal sentido, la planificación se establece como práctica para transformar y construir nuevas realidades con la capacidad de alcanzar propósitos, interpretar intereses de la sociedad e incorporar, en las deliberaciones presentes, las necesidades de las generaciones futuras.

Sin embargo la realidad Local en Venezuela,  está muy distante de esta norma, en la mayoría de los municipios, la planificación de la gestión se ha convertido en un mero “formalismo” fundamentalmente debido a un muy bajo nivel de “capacidad de gobierno” entendida como : el acervo de técnicas, métodos, destrezas, habilidades y experiencias de un actor y su equipo de gobierno para conducir el proceso social hacia objetivos declarados y una muy debilitada “gobernabilidad”,  porque no se identifican con claridad los actores sociales ni los recursos que manejan, lo cual conduce a una equivocada valoración de los pesos de los actores. Las técnicas gerenciales para la administración y la evaluación de la situación que faciliten la  promoción  una democracia eficaz, efectiva y eficiente, son inexistentes.

Todo esto impide al gobierno local definir una línea de base real y la declaración de objetivos alcanzables para evitar la demagogia y la oferta engañosa,  en síntesis la gobernabilidad está severamente comprometida por lo que la construcción sistemática de una propuesta para conducir la transformación de la situación  inicial en la que la problemática sociopolítica no es resuelta, en una nueva situación de plena satisfacción de las necesidades de la población, correctamente priorizadas en función de criterios que realmente reflejen el interés colectivo, no es posible.

Una alternativa que genero el gobierno, para tratar de incidir en la problemática y acercar más el gobierno al ciudadano y así lograr una participación real y efectiva en la formulación de políticas y planes para atender las necesidades propias de cada comunidad fue la creación de los consejo locales de planificación pública (CLPP).

En la Ley que crea los CLPP, en su artículo 2 se establece que, El Consejo Local de Planificación Pública es el órgano encargado de la planificación integral del gobierno local, para lo cual, se sujetará con lo dispuesto en el artículo 55 del Decreto Nº 1.528 con Fuerza de Ley Orgánica de Planificación, con el propósito de lograr la integración de las comunidades organizadas y grupos vecinales mediante la participación y el protagonismo dentro de una política general de Estado, descentralización y desconcentración de competencias y recursos, de conformidad con lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Cada Consejo Local de Planificación Pública, promoverá y orientará una tipología de municipio atendiendo a las condiciones de población, nivel de progreso económico, capacidad para generar ingresos fiscales propios, situación geográfica, elementos históricos, culturales y otros factores relevantes. El CLPP, estará conformado por:

  1. Un Presidente, quien será el Alcalde o Alcaldesa.
  2. Los Concejales y Concejalas del municipio.
  3. Los Presidentes o Presidentas de las Juntas Parroquiales.
  4. Representantes de organizaciones vecinales de las parroquias, representantes, por sectores, de las organizaciones de la sociedad organizada y representantes de las comunidades o pueblos indígenas, donde los hubiere.

En todo caso, el Consejo Local de Planificación Pública responderá a la naturaleza propia del municipio. Sin embargo, en la realidad social y política de Venezuela, el consejo local de planificación pública se ha convertido en un apéndice político del gobierno y en lugar de incorporar a la sociedad civil, para hacer contribuciones efectivas a la planificación del desarrollo municipal, se han convertido en una fuente de exclusión social y política de quienes no siguen al partido de gobierno.

En la sociedad venezolana  actual se tiene la idea de que quien está en el poder, tiene la verdad sobre cuáles son las necesidades de las comunidades. Así que muy poco le interesa cual es la opinión de las comunidades sobre la “calidad de vida” que les brinda el gobierno, por eso, la participación comunitaria prácticamente no existe. Por otro lado las comunidades a su vez han asumido que la responsabilidad, indelegable de resolver los problemas, es únicamente del gobierno; con lo que se refuerza el paradigma de que quien gobierna tiene la razón y la verdad.

Esta circunstancia se traduce de nuevo en que la valoración, de la situación sociopolítica  local, se realiza bajo el predominio de conceptos absolutamente empíricos dado que no disponen de herramientas gerenciales para evaluarla apoyados en un proceso metodológico y científico para la toma de decisiones que garantice la objetividad.

Las organizaciones Cívicas y Políticas  del espacio local y muy especialmente aquellas que se encuentran en el interior del país tienen serias dificultades en la formación  y fortalecimiento de  instituciones estables, con base amplia y bien organizada que garanticen el cimiento de una cultura cívica activa que permita el uso de los espacios institucionales para la planificación del desarrollo local fundamentada en la generación de una visión compartida y la posibilidad de lograr un buen gobierno.

En democracia, los ciudadanos tienen la oportunidad de aprender y ayudarse unos a otros a formar los valores y establecer las prioridades que servirán de guía para instrumentar sus planes de desarrollo. El mejor desempeño del gobierno local está fundamentalmente basado en la calidad del  vínculo entre el gobierno y los ciudadanos, fortalecimiento de la democracia a través de la participación y la rendición de cuentas y la supervisión. Las soluciones participativas tienen singular importancia pues de allí deriva la legitimidad del gobierno y la confianza de que los recursos serán administrados con criterios de interés comunitario.

Conforme aumenta el interés de los ciudadanos en el gobierno y en los asuntos comunitarios aumenta también el interés del gobierno por desarrollar una cultura cívica activa fundamentada en los valores de la democracia con lo cual se viabiliza la construcción de un sistema que garantice la plena satisfacción de las necesidades de la población.

Partiendo de las premisas anteriores, el Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, está desarrollando un proyecto para la promoción de la planificación participativa en el desarrollo local con el apoyo de la Unión Europea y la Fundación Konrad Adenauer. El objetivo general es apoyar, fortalecer la democracia  a través de la participación, la transparencia y la rendición de cuentas. En este sentido nuestro mayor interés se centra en la capacitación  y en fortalecimiento de funcionarios y organizaciones ciudadanas estables, con bases amplias y bien organizadas que conforman el cimiento de una cultura cívica activa. La democracia, como forma de gobierno y sobre todo como forma de vida, depende de estas instituciones mediadoras que crean vínculos entre los ciudadanos y el gobierno y entre sí mismas para ofrecer canales de participación en las políticas públicas.

El proyecto está diseñado pensando en las autoridades locales electas para gobernar, sus asesores inmediatos, también está dirigido a los funcionarios interesados en devolver a la carrera publica un sentido de servicio guiada por fundamentos éticos y democráticos, y finalmente se está pensando en los líderes de Organizaciones de la Sociedad Civil que bajo la premisa de la corresponsabilidad en la acción, resultan actores fundamentales en la gestión del desarrollo y de las buenas prácticas para gobiernos locales efectivos.

Nuestra propuesta de intervención consiste en impulsar el desarrollo local sostenible con participación ciudadana a partir de estrategias basadas en la gestión de innovación, impulsando la creación, desde las bases de la sociedad, de una figura alternativa que hemos llamado Consejos Consultivos de Ciudadanos, considerando que éstas pueden estimular una mayor y mejor interacción entre el funcionariado y la ciudadanía, en la medida que comprueben el poder de la confianza creativa y de la creación colaborativa.

Los objetivos que persigue la iniciativa son: En primer lugar, entender las ambiciones del Municipio, a través de la Identificación  Ejes de Ambición que representen objetivos estratégicos para impulsar el desarrollo local sostenible con participación ciudadana, a partir de estrategias basadas en la gestión de innovación. En segundo lugar Focalizar a actores claves con liderazgo en cada municipio en el tema de la innovación reconocer y desarrollar actitudes y habilidades necesarias para una exitosa gestión de innovación, con el fin de hacer de ésta un mecanismo de planificación participativa para el desarrollo sostenible del municipio, incorporando la perspectiva de los diversos miembros de la comunidad.

Habiendo identificado las ambiciones del municipio y los actores claves con liderazgo en las áreas de interés estratégico para el desarrollo se pueden identificar las oportunidades de innovación y generar ideas preliminares para los Ejes estratégicos de cada municipio. El consejo de ciudadanos será una instancia de asesoría para la formulación del plan de desarrollo municipal.

Por Pedro González Caro